El momento de la comida
 
 

El deseo de aprender, del niño y de la maestra, el tiempo para crear un ambiente y unas condiciones adecuadas, han hecho posible que una rutina tenga un valor educativo. Nos permite ampliar las capacidades de observar, conocer, comentar, contrastar descubrimientos.

La bandeja con los vasos y la jarra de vidrio han cambiado una imagen y una manera de ofrecer el agua. Los padres, cuando visitan la escuela para inscribir a su hijo, se interesan por lo que hacemos. Al comprobarlo en la realidad y ver como lo hace su hijo, el concepto de niño competente nos permite elaborar nuevas propuestas.

 
   
     
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