El placer de la sorpresa el arte de la investigación
 
  Artículo aparecido en la revista Infancia número 56 de septiembre-octubre de 1990 escrito por Carme Cols, Mireia Bassols y Alba Oliveras.  
  Presentamos la síntesis de una experiencia realizada el curso 1986/87 en un grupo de 15 niños de dos años y medio a tres en la Escola Bressol Municipal La Trepa de Cornellà de Llobregat sobre el descubrimiento del espacio de la Fundación Miró y la figura de Joan Miró. Esta fue presentada al primer concurso "Barcelona en la Escuela " (1989) y le fue otorgado el primer premio por su originalidad, capacidad creativa y sensibilidad hacia el entorno.

Es un trabajo en común de tres personas, Carme Cols educadora del equipo de maestras de la Escola Bressol Municipal "La Trepa", Mireia Bassols y Alba Oliveras del equipo de la Escuela de Expresión del Ayuntamiento de Barcelona.

EL PLACER DE LA SORPRESA, EL ARTE DE LA INVESTIGACIÓN

Dimos este nombre al conjunto de documentos que presentamos. Estos mostraban una síntesis de un proyecto que a lo largo del curso fue creciendo sobre un eje vertebrador: ver, entender y utilizar el entorno como impulsor de la cultura. Por ello creímos oportuno darlo a conocer a través de este medio.

Desde el inicio del curso habíamos planificado diferentes estrategias para ofrecer al niño, a los padres y para nosotras mismas un campo de investigación sobre lo que puede suponer vivir y explorar diversidad de contextos. Ver la calidad de contenidos, de percepciones, de elaboraciones, de proyección y expresión que generan.

Nadie puede negar que cada persona tiene fuertes vínculos con una u otra parte de su ciudad, pueblo, barrio. Las horas vividas en aquel pequeño rincón de la plaza, jugando a todo tipo de juegos... mirando, escuchando, observando todo aquello que pasaba al derredor... Todo su conjunto proporciona una imagen que se torna llena de recuerdos y significados. Sensaciones visuales: color, forma, movimiento, luz...; del mismo modo que otras sensaciones como las del olfato, del oído, del tacto...

Convencidas de este planteamiento, queríamos que desde la escuela también el niño pudiera reencontrar aquellos espacios que, día a día , van creando vínculos: utilizando los espacios públicos. Hacer escuela en la calle para ofrecer al niño uno marco que le permitiera poder desarrollar las capacidades de: observación, atención, imaginación, creación y expresión. Utilizando todos los lenguajes expresivos, comunicativos, cognoscitivos que nacen y se constituyen desde la propia experiencia, y su interrelación.


PROCESO ANTES DE IR A LA FUNDACIÓN MIRÓ

SALIR, RELACIONARNOS PARA CRECER, era nuestro lema. El primer trimestre, entre otras cosas, habíamos salido a visitar la casa de un niño del grupo. A la tienda a buscar linternas. A la plaza de Vic a bañar el barco que nos había hecho el abuelo (es la plaza más próxima a la escuela) a la plaza de los Enamorados (un poco más lejos). A la calle de las Escaletes, una maravillosa calle llena de castaños en la que los niños pueden correr sin ningún peligro) al Poblado del Mag Maginet (actividad muy ligada a lo que pasa en nuestra ciudad). Todas estas actividades, entre otras, estaban muy ligadas a la vida del niño.

El segundo trimestre teníamos muchos datos. Constatábamos que el niño se educa en los diferentes contextos en que vive. Que tiene necesidad de relacionarlos con lo que hace con la familia, y con lo que hace en la escuela. Comprobábamos lo que habíamos afirmado antes. Cada persona tiene sus vínculos con una u otra parte de los diferentes rincones de su ciudad y su imagen le llena de recuerdos y significados. Cuando salimos a la calle comprobamos que nace la necesidad de comunicar mediante diferentes lenguajes sus experiencias y que estas crecen porqué a sus recuerdos pasados se suman otros...

Es así como el segundo trimestre nos organizamos para poder, de una forma sistemática, salir ofreciendo a nuestros ojos el placer de ver, de sorprenderse, de investigar. Reencontrábamos de nuevo los espacios vividos y los ampliábamos. Observábamos cambios, los árboles no tenían hojas, la luz era diferente... las olores. Los niños participaban más explicando sus experiencias y descubrimientos. Salir a la calle se había convertido en un quehacer habitual pero nunca perdía su encanto.

PADRES, ESCUELA I COMUNIDAD INTERACTUANDO

Muchas de estas salidas las habían vivido la mayoría de padres. La palabra xino-xano (poco a poco) se había institucionalizado. Los niños sabían muy bien las reglas, los puntos de referencia, cuál era la función de la maestra que iba al frente y cuál era la función de la madre que iba al detrás, nadie podía pasar esta barrera. Sí nos pasaba algo decíamos STOP! y todos nos parábamos y esperábamos. Los niños nos demostraban que las normas razonadas y justas las entienden magníficamente bien y, siguiendo un proceso, las iban respetando. Podemos decir que realmente salir a la calle se convirtió en la cosa más sencilla de llevar a cabo y que nos proporcionaba un motor constante de motivación y descubrimientos.

Durante el segundo trimestre también pudimos vivir algunas de las actividades en el marco del I Festival Internacional de Payasos. Charlie Rivel entró en la clase. Los vecinos nos habían podido observar en tantas y diferentes situaciones que podemos decir que nos habían visto crecer, y quizás si en algún momento habían pensado: tan pequeños y a la escuela ..., habían cambiado de opinión y expresaban: qué bien que se lo pasan estos niños!

La "colla pessigolles", así nos llamábamos, nos gustaba aprender poesías, escuchar música, cantar canciones, pasear en días grises o radiantes de sol, pisar charcos, salir a buscar caracoles, escuchar y explicar cuentos, mirar el sol y la luna, observar todo lo que nos rodeaba..., la pequeña hormiga, el pájaro en la rama del árbol... A menudo, nos parábamos, pensábamos..., mirábamos otra vez y todos daban su opinión y tenían muchas cosas a decir. Muchos querían expresarlo con sus dibujos, otros cono un palo o con una botella de agua lo dibujaban en la tierra, otros hacían su propia pintura con los elementos naturales: agua y tierra. El placer de la sorpresa, el arte de investigar estaba en sus manos.


VAMOS A LA FUNDACIÓN MIRÓ

Era el momento de ampliar y facilitar el descubrimiento de un nuevo contexto que comunicara y enlazara con todo lo que estábamos viviendo. Por lo que hemos explicado antes, la Fundación Miró nos lo ofrecía. Aprovechando una exposición con el elemento agua, que en aquellos momentos se realizaba en la Fundación, organizamos la salida.

Todos estábamos, no faltó ningún niño, sus caras proyectaban su ilusión como tantas otras veces en las que se presentaba una nueva motivación. Sabían que íbamos a un sitio en el que encontrarían una exposición de "Agua, Agua" y muchos dibujos de un señor, muy amigo de los niños, que se llamaba Joan Miró.

El recorrido antes de llegar representó un alud de información sobre todo lo que ellos sabían y conocían...

La primera sala que visitamos fue la de la exposición "Agua, Agua". Aquel elemento, que de tantas maneras habían utilizado, lo veíamos de una nueva forma. Unos bolsos llenos de agua que lo niños podían tocar y lo que veíamos a través de ellas, nuestras caras, eran diferentes. Igual que en la escuela, cada cual se interesó por un rincón diferente. Unos estaban mirando uno barco rodeado de agua y dentro de un bote, otros bajo un estante, mirando como en perspectiva...

Muy pronto nos dimos cuenta que era importante poder estar en pequeños grupos observando los diferentes elementos. La estructura del edificio, al tener los patios interiores, nos lo permitía. Así que salíamos, y volando como pájaros, se acercaban a la estatua de tubos en forma de media estrella. Experimentaban con ella, especialmente un niño que, golpeando con una piedra, iba haciendo música y mirando sus tubos vacíos por dentro.

Continuamos la visita en grupos reducidos. Unos cuántos estaban fuera, en el espacio del medio y otros entraban a mirar la Sala de J.Prats, el señor de los sombreros que era amigo de J . Miró. Fueron momentos inolvidables y maravillosos poder comprobar la atención e ilusión de los niños. La estatua en miniatura de la "Dona i ocell" fue un foco de atención que les atrajo mucho.

Solamente estuvimos en estos espacios descritos anteriormente. Fue suficiente para encontrar el gusto y las ganas de volver.

Durante el regreso a la escuela, era la hora de ir a comer , nadie explicaba nada... miraban... era como si hicieran fotos para grabar el paisaje y lo que habían vivido.

DESPUÉS DE IR A LA FUNDACIÓN MIRÓ

Lunes, primer día de reencontrarnos, tras la salida, los padres disponían ya de un pequeño dossier con la descripción y la valoración de la experiencia, acompañado de fotos y una propuesta para hacerla crecer.

Los padres también habían trabajado aquel fin de semana. Casi todos nos habían escrito las explicaciones de sus hijos y como estaban de maravillados. También, una niña de la clase, el domingo había vuelto a la Fundación con sus padres enseñando y explicándoles los sitios dónde habíamos estado.

No se hicieron esperar diferentes propuestas, por parte de los padres, para acercarnos a conocer el nuevo personaje. Despacio, los niños, iban expresando sus vivencias que íbamos recogiendo a través de diferentes medios. El ritmo de la clase era tranquilo y como aquel que estira uno hilo íbamos introduciendo nuestras estrategias para que esta salida fuera el marco para descubrir la personalidad de Joan Miró.

La Pequeña historia de J. Miró escrita por Teresa Duran, fue el primer libro que salió de la escuela para ir a cada familia. Padres y niños lo leían juntos. Entre otras cosas, había sorprendido reencontrar el juego, que había propuesto su maestro de arte, Joan Miró, de taparse los ojos y explorar los objetos, también nosotros lo habíamos hecho y continuábamos haciéndolo, pero ahora era como más próximo a los niños, disfrutaban más.

El día de Sant Jordi recogimos dinero para comprar un libro que nos explicaba más cosas de Joan Miró y su obra. Una familia lo fue a comprar a la misma Fundación. Otra familia pudo conseguir litografías de la obra. Aparecieron otros libros; tres familias trajeron "Los Catalanes Universales" un libro que había regalado la Caixa y, cuál fue nuestra sorpresa al encontrar a Charlie Rivel junto a Joan Miró!... También otras personas, en este caso las bibliotecarias de Rosa Sensat, nos proporcionaron más material bibliográfico. Uno, entro otros, fue muy estimado por los niños. Este fue "La noche y el sueño; pintar como Miró". Su contenido reforzaba nuestras ideas y nos reflejaba muchas de las cosas que habíamos vivido. Todo el material iba y venía de casa a la escuela de la escuela a casa. Todos nos habíamos movilizado en torno al tema con el objetivo común de conocer las pequeñas cosas, los valores, que transmite Joan Miró.

Las paredes de la clase se iban modificando provocando los comentarios de todas las personas que entraban. Eran los niños que explicaban aquello que podían leer e interpretar en un cuadro encontrando todos los elementos de la naturaleza; el sol, la luna, las estrellas, pájaros... A nosotros los adultos, a menudo nos tenían que explicar su significado. Las salidas a los diferentes rincones de nuestra ciudad continuaron. En el diario de la clase, documento que también presentamos y que guardamos como un tesoro, se refleja el intercambio de espacios que vivíamos y como todos interactuaban en nuestro quehacer cotidiano.

Con el paso de los días íbamos recopilando notas y más notas. Observaciones hechas por los padres, de los comentarios de sus hijos que íbamos, de una manera sistemática, añadiendo en el dossier. Aquel pequeño anteproyecto de una página se había convertido en una realidad llena de situaciones tant ricas que eran inimaginables en el momento que lo planificamos.

RELEXIÓN SOBRE EL PROCESO VIVIDO

Vivíamos intensamente todo lo que íbamos haciendo y era a través de los niños que los adultos íbamos descubriendo una parte de nuestra herencia cultural. Las respuestas diversificadas de los niños nos hicieron reflexionar e investigar para analizar sus descubrimientos y los nuestros, enriqueciendo y multiplicando las posibilidades de búsqueda.

Joan Miró es un personaje muy próximo a los niños. El mundo de Miró vive todo aquello que tanto une: personas, luz, cielo, agua, tierra, caracoles, ruiseñores, arañas... Muchas de las cosas que nosotros hacíamos las reencontrábamos en los libros que teníamos en la clase sobre su historia. En ellos podíamos ver reflejadas muchas de las cosas que nosotros hacíamos: dibujar con un palo en la tierra de nuestro jardín. Mirar, escuchar, recoger pequeñas cosas insignificantes y darles un valor. Pasear, escuchar música, tener amigos...

Las posibilidades de descubrimiento que ofrece la Fundación Miró son muchas. Es un sitio que nos ofrece flexibilidad para organizarnos, para utilizar los espacios y para planificar diferentes propuestas en pequeños grupos. Es un espacio cambiante, lleno de luz y de valores que se pueden ir descubriendo y reencontrando.

Las actividades, respondían a una necesidad que teníamos como seres humanos de organizarnos socialmente. Este grupo social no podía ser un grupo reducido, sino un grupo diverso que posibilitaba la complementarietat de tareas y relaciones; la familia, la vecindad, la escuela, el barrio o pueblo, haciendo posible la integración de la escuela en el medio. Padres/escuela/comunidad interactuando.

Tal y como dice K. Lynch "(...) un sitio vivido es capaz de generar una imagen nítida que proporciona símbolos, recuerdos que nos vinculan a los demás, que generan además de seguridad afectiva, profundidad y deseo de expresión .(...)" Aprender a vivir juntos es entre otros cosas: vivir las poesías, la música, pasear, escuchar sonidos, mirar la luna, ver las luces de la ciudad, observar todo lo que nos rodea, todo lo que vemos, incluso las cosas más simples, transformar objetos de la vida cotidiana. Pararse, pensar, mirar otra vez... AMARLO. I con la estimación llegar a la comprensión. Una comprensión lenta de la riqueza en los cambios.

En este planteamiento el maestro no es un repartidor de conocimientos sino un verdadero coordinador de situaciones que se dan al marco de la escuela. Y fuera de ella el espacio vivido es la mejor fuente de reflexión y aprendizaje. Es una nueva manera de hacer escuela, podemos decir que grandes y pequeños encontrábamos el placer de la sorpresa, el arte de la investigación.


BIBLIOGRAFÍA UTILIZADA

- LYNCH, K. La imagen de la ciudad. (1984) Barcelona:Ediciones Gili S.A. Col·lecció "Punto y línea"
- CANEVARO, A. Els infants es perden al bosc. (1986) Vic:Eumo Editorial.

Artículos:
- DARDER. P. El grup classe. Perspectiva Escolar. Barcelona.
- MORENO, C. Alternatives pedagògiques a la diversitat psicològica a l'escola. Perspectiva Escolar, n.119 novembre 1987. Barcelona.

Revistas:
- LE CHARLES, H. Miró. En:Bibliothèque de trevail. n. 860 Abril 1978.


BIBLIOGRAFÍA PARA NIÑOS

- DURAN, T. Petita història de Joan Miró
- HERRMANS, R. La nit i el somni: pintar com Joan Miró. (1972) Stockholm:Bonnier Juvenils International. Sala Gaspar.
- ORI. El diario del sol rojo: Joan Miró. (1980) Barcelona:EDHASA. Col·lecció "El arte para los niños"
- MALET R.M. Joan Miró. (1983) Barcelona: Edicions Polígrafa S.A.