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(...)"
la excitación de los niños cuando
meten los pies en el agua y se untan las manos
en el chip chap pringoso, salpican con piedras
y buscan desniveles simulando falsas audacias,
se resuelve en sorpresa y gritos cuando descubren
los juegos de la luz, de colores, de las transparencias
y sus imágenes reflejadas en el trozo de
mundo que los rodea.
A partir de este momento el juego se dilata,
cambia de nivel y captura toda la inteligencia
de los niños, que a partir de ese momento
genera observaciones, pensamientos, intuiciones
y leyes físicas y perceptivas cada vez
más ajustadas y convincentes" (...)
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