Si tenéis la suerte de disponer de un patio con tierra, sólo hace falta preparar una parte para iniciar el cultivo, airear la tierra y, con mucho cuidado, plantar las semillas, los esquejes o las plantas que pequeños y grandes han traído. De este modo empieza la aventura y la responsabilidad de cuidar y aprender juntos cómo y cuando hace falta regar, de observar cómo empieza a salir un pequeño punto verde que irá creciendo y se transformará en una magnífica calabacera, que nos dará calabazas con las que podremos hacer un montón de experimentos.

Hemos podido observar, descubrir, comprobar las habilidades de los niños cavando o cortando margaritas para dejarlas delicadamente en un bol y su ilusión por poder preparar y ofrecer regalos a los más pequeños, o su excepcional paciencia al esperar que las rosas se sequen, la gran concentración y precisión para oler y reconocer que esta planta es lavanda y aquella romero o tomillo...

Experiencia realizada en la Escola Bressol Municipal la Trepa de Cornellà de Llobregat 1995-1996

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